En estas fechas florecen por doquier aficionados a todo tipo de pirotecnia. Los que tenemos mascotas sabemos lo duro que puede llegar a ser estos hábitos navideños para ellas. Nuestros perros y gatos sufren una variedad de comportamientos alterados, que van desde la intranquilidad hasta la desesperación absoluta, expresando fobias incontrolables, que desencadenan en aullidos, micciones y defecaciones inadecuadas, temblores, agresividad y en el caso de perros epilépticos a un aumento de las crisis convulsivas.
Como estos comportamientos humanos no se pueden evitar en estas fechas ( y en otras por eventos deportivos varios ), por lo menos podemos aplicar medidas paliativas en nuestras mascotas.
A largo plazo, sería recomendable un tratamiento desensibilizador dirigido por un veterinario/a especialista en patologías del comportamiento. En este sentido, en nuestro centro os podemos asesorar a este respecto.
Pero si , como es el caso, la pirotecnia es inminente , debemos utilizar tratamientos de acción inmediata, que van desde el uso de nutraceúticos, hasta en los casos más extremos de sedantes, todo ello bajo estricta supervisión veterinaria
Así que , a pesar de los petardos, Feliz Navidad.
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